PAGAFANTAS

Estoy a punto de salir a divertirme un rato con mis amigas, pero antes… te voy a contar una historia.

Estás en un pub o en una discoteca… Ves a aquella chica del vestido negro y no puedes quitarle el ojo…

Sabes que está por encima de tus posibilidades, sabes que no hay nada que puedas hacer para que te preste un poco de atención… Salvo una cosa: Una chica guapa y con un poquito de morro siempre aceptará una copa…

Sabes con toda seguridad (y lo sabes por propia experiencia) que cuando la hayas pagado, ella te dedicará una sonrisa y sin pensárselo demasiado aprovechara la más mínima ocasión para dejarte plantado, ahí mismo, en la barra. Con un poco de suerte, y si es una descarada, y una zorra aprovechada, te dirá que os toméis juntos un chupito. Aún no te habrás terminado de limpiar la boca y ella ya estará marchándose hacia la pista.

Tienes 10 o 15 euros menos en el bolsillo… Te ha tomado el pelo… Se ha aprovechado de que ella es una monada y tu un perdedor… Te sientes tan imbécil…La miras, a unos metros de ti… Ella se da cuenta, levanta el vaso hacia ti, sonríe, bebe y se da la vuelta… Ni el mínimo rastro de coqueteo contigo.

Quince minutos después la ves liándose con otro…

Eres un puto pagafantas.

Pero esa sonrisa… Esa forma de aprovecharse de ti… Ese modo de ningunearte… Te pone, te pone a cien la cabrona del vestido negro…

Y se te pone dura imaginando que su rollito se va al baño y tu aprovechas la ocasión para acercarte a ella y llevarle otra copa, igual que la que pidió antes.